sábado, 27 de noviembre de 2010

Quiero verte.

Las desilusiones no son bienvenidas.
Odio ver como cometo errores una y otra vez, una detrás de otra.
No sé que error he cometido esta vez, pero algo he tenido que hacer mal para que todo en esta puta vida salga como sale.
No entiendo porque no eres capaz de enamorarte de mi.
Pero supongo que no siempre se da lo que se recibe, y tampoco se recibe lo que se da...
A veces llega exactamente lo que no quieres, pero lo que de verdad quieres, con todo tu corazón nunca llega, y sabes que nunca llegará.
¿Porqué? No lo sé...
Supongo que esto es lo que merezco, supongo que la vida me está castigando, dándome una lección por algo que haya hecho. Pero... no sé que es lo que he hecho...y tampoco sé cuanto durará este castigo.
Pero me está matando...muy poco a poco, me estoy muriendo...

Adorote devote latens deitas.

Ad mortem festinamus, peccare desistamus, peccare desistamus.
Scribere proposui de comptentu mundano ut degentes seculi non mulcentur in vano. Iam est hora surgere a sompno mortis pravo.

Ad mortem festinamus.

A fronte praecipitium a tergo lupi. A fructibus congnoscitur arbor. A mari usque ad mare sequire, a posteriori o priori, a simili, a tempo sequire. Ab immemorabili, ab aeterno, ab alta cuncta, ab exordio mundi, ab exordio vitae, de quire ab imo pectore. Ab ore ad aurem, ab uno discunt omnes. Per que abeunt stidia in mores. Abiit, excessit, evasit, eruptit, ablata causa tutllitur effectus, abrenuntio.
¿Absentis est quos non anhelo? Non.
Abyssus abyssum vocat in voce.
Actio damni infecti.
Adeo fessus pervenit ut ceciderit et humi iaceret, adahesit pavimento anima mea, as vitam aeternam.

ADOROTE DEVOTE LATENS DEITAS.

The orgasm.

Y entró.
Lentamente entró, dándome placer al mismo tiempo, acariciando mis muslos con total libertad, con sus rudas manos, provocándome escalofríos.
Y entonces llegó, a ese punto en el que nunca había estado nadie, un punto desconocido para el mundo, incluso para mi, un punto que nunca, jamás, había rozado nadie antes.
Esas pequeñas descargas de placer cada vez se hacían más grandes, recorriendo todo mi cuerpo, dándome pequeños calambres placenteros en la columna vertebral.
Mis ojos se cerraban solos por placer. Instintivamente estiraba la cabeza hacia atrás y me precipitaba levemente hacia adelante, arqueando mi espalda.
Todo por placer, ese placer que solo me hacía sentir ÉL.
Ese placer que hacía que de repente todo se viera borroso, y solo pudiera ver su mirada, sus ojos brillantes por el echo de estar a punto de explotar, dentro, dentro de mi.

And I was coming...

Du bist heilig.

Encerrada en su mundo de fantasía, tan alejado de la realidad, tan inalcanzable para nosotros.
Tumbada en su nube, mirando su cielo de color rosa, y el resplandor de sus enormes estrellas, notó como si un puñal atravesara su espalda, seguida de su corazón, hasta salir por el pecho.
Se miró confundida, buscando la herida, y entonces vio que no tenía nada, ni una mísera gota de sangre.
Entonces lo supo, la realidad acaba de atravesarle como si fuera un trozo de carne muerta. Notó como su cuerpo se colaba en la nube, atravesando está, y comenzó a caer, caer, caer y caer.
Una caída que parecía no tener fin, una caída desde un rascacielos infinito, rascacielos de la imaginación.
Siguió cayendo, sin parar de gritar con todas sus fuerzas, y de repente, quedó inconsciente. Dio un salto y despertó de golpe, era una pesadilla. Seguía en su precioso mundo de fantasía.
Se volvió a tumbar en su nube, mirando de nuevo su cielo de color rosa, y el resplandor de sus enormes estrellas, notó otra vez como si un puñal atravesara su espalda, seguida de su corazón, hasta salir por el pecho.
Se miró confundida como la anterior vez, buscando la herida, y entonces vio que no tenía nada, ni una mísera gota de sangre al igual que anteriormente..
Entonces lo supo, la realidad había vuelto a atravesarle como si fuera un trozo de carne muerta. Notó como su cuerpo se colaba en la nube otra vez, y se maldecía por tener que volver a caer, caer, caer y caer.
Una caída que de nuevo, parecía no tener fin.
Siguió cayendo, sin gritar esta vez, no tenía fuerzas., y de repente, quedó inconsciente. Dio un salto y despertó de golpe, pero esta vez ya no estaba en su mundo perfecto. Ahora estaba en este mundo, este mundo lleno de imperfección.
Te quiero.

That day never came.

Creo que llegó el momento de empezar a pasar de todo.
El momento de dejar de sufrir de una vez por todas.
El momento que todos estábamos esperando.
El momento en el que Nuria no volviera a responder "Mal" cuando lo pregunten que tal está.
Lástima que no es fácil.
Felicidad, diversión, complicidad, confianza...Se me está empezando a olvidar lo que es sentir eso.
En cambio los sentimientos de dolor, agonía, odio, frustración e impotencia aumentan por momentos hasta invadir mi corazón y provocar que esa presión en el pecho me mate poco a poco.
Gracias por hacerme sentir así, de verdad, gracias a todos.
Sabía lo que era estar mal, pero, nunca había experimentado este sentimiento tan comprimido y aplastado con tantos sentimientos juntos a la vez, nunca, hasta que llegué aquí.
Perderme en la mirada de alguien y ver como esa persona nunca se perderá en la mía.
Me mata.
Algún día podré andar sin que me duela dar cada paso.
Sí, algún día, algún día estaré bien.

I'm gonna be okay, gonna be okay, one day... That day never came...

No queda nada.

Encerrada en un bucle sin salida, en una cárcel suicida con barrotes de agua imposibles de romper.
Una silla eléctrica, condenada a vivir en ella hasta que muera de por si.
El cauce de un río interminable llevando mi historia al fin de los días, transportándome poco a poco al infierno.
Una luz cegadora que baila sobre tu piel cegando mis ojos y en un instante me enamoras.
Perdiendo la razón por segundos, al notar como mi vida se reduce a ti.
Intentando recuperar la respiración, el aliento que me quitaste con tus besos.
Procurando devolver el tiempo a su sitio.
Mi padre me dijo que era un ángel. Un ángel caído que no se merecía sufrir absolutamente nada.
Papá, ¿porqué no me avisaste de que había demonios que podían hacerme daño?
¿Porqué me negaste la realidad? ¿Eh? ¿Papá?...
Papá ya no está.
Ella ya no está.
Tú tampoco estás.
¿Quién me queda ahora?

Te quiero...

¿Sabes? Estoy empezando a quedarme sin fuerzas.
Empiezo a llorar sangre, a no poder respirar, a contar los días que me quedan para que esto termine.
Esta situación me está matando, no puedo con mi alma.
A veces siento como si estuviera cargando todo el rato con algo que pesa 100 veces más de lo que peso yo.
Y mis fuerzas empiezan a agotarse.
Ya no puedo mantenerme en pie, voy calléndome, llorando por las esquinas.
A veces pienso en el momento en el que mire atrás y me de cuenta de cual fue el error de todo esto.
Sí, me gustaría poder empezar de nuevo con todo esto, o directamente, no haberlo empezado, pero no puedo dar marcha atrás, o tal vez...Tal vez no quiero dar marcha atrás.
Te voy a contar mi historia.
Un día tuve un sueño, soñé que me encamoraba de ti.
Soñé que ese sueño solo era un sueño. Pero lo peor es que nunca desperté. Lo peor es que no me equivoqué, es un sueño. Tú eres un sueño, eres mi sueño. Y los sueños no se cumplen. Pero en parte e alegro, porque en los sueños no sufres. Y porque un sueño es tuyo para siempre y nadie te lo puede arrebatar. Porque está dentro de ti. Porque un sueño es algo sagrado que da alas a la vida y permite sobrepasar los límites de esta. Y permite volar más allá de la realidad. Es una oportunidad, la oportunidad que proporciona el combustible para seguir viviendo, para seguir funcionando. Porque está en tu corazón, y siempre estará ahí, sea grande o pequeño, ocupará gran parte de tu corazón, y nadie podrá oponerse a él, ni aplastarlo. Porque los sueños nunca se vencen, nunca se rinden. Los sueños nunca caducan. Los sueños sacan la mejor parte de ti, de tu vida. Los sueños consiguen que los límites a los que llamamos tiempo, tengan un motivo por el que luchar por ese suelo que nadie sabe pero que siempre estará ahí.
No tengo la costumbre de luchar por un sueño, pero no hay nadie aquí, así que solo me queda creer en él, para poder levantarme de nuevo.

lunes, 22 de noviembre de 2010

Se rompió la cadena que ataba el reloj a las horas, se paró el aguacero ahora somos flotando dos gotas, agarrado un momento a la cola del viento me siento mejor, me olvidé de poner en el suelo los pies y me siento mejor…