sábado, 23 de octubre de 2010

AMOR.

"Amor: Nace en la expectativa de que un ser humano cercano colme a otro de satisfacción y felicidad existencial."

Aprendemos a amar no cuando pensamos que esa persona es perfecta, si no cuando aprendemos a ver de forma perfecta a esa persona en éste mundo de imperfección.
Los amores mueren de hastío, y el olvido los entierra.
Lo bueno de los años es que curan heridas, lo malo de los besos es que crean adicción.
Y, ¿Sabes? Si la pasión, si la locura no pasaran alguna vez por las almas… ¿Qué valdría la vida?
Cuando mi voz calle con la muerte, mi corazón te seguirá hablando.

Dicen que el amor es una enfermedad, y no les falta razón.
Y como cualquier otra enfermedad, tiene sus síntomas: Se respira con dificultad, se tiene taquicardia, disminuye el apetito, y entonces vienen los pensamientos obsesivos, ansiedad por el futuro, repentinos cambios de humor.

Según el psicólogo inglés Frank Tallis, el amor es una forma de enfermedad mental necesaria para la que en verdad no tenemos ninguna cura.

El amor cambia profundamente a la persona, la influye en el modo en que piensa y se comporta, y cuando no es feliz provoca un verdadero y propio malestar físico.

Los antiguos médicos decían:
"Pensar fijamente en el amado, tener melancolía, estado de éxtasis, violenta oscilación en el humor".
A ésto lo llamaban obsesiones o manías, pero no lo eran.

El amor es una especie de mecanismo de seguridad, para resguardar al ser humano de su propia racionalidad.
Lo emotivo abona la irracionalidad. Lo malo es, que no es una "decisión".

¿Sabes lo peor de las declaraciones de amor? Que se empieza sin saber lo que se va a decir, y se termina sin saber lo que se ha dicho.

Ama hasta que te duela, si te duele, es buena señal.

Te amo.

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