Metió las manos bajo su camiseta, deslizando sus manos por su pecho mientras se deshacía de la anterior, lanzando ésta al otro lado de la habitación. Le besó con salvajismo, casi con saña. Se deshicieron del resto de la ropa mientras se tumbaban en la cama. Se montó sobre él y comenzo a moverse, calentándole.
El placer reinaba en sus cuerpos.
La excitación abarcaba esa habitación.
"Y sus embestidas me hacían llegar al cielo, tocarlo con los dedos, descansar sobre las nubes y saborear la Luna."
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